LA FELICIDAD (I)

Foto Felicidad I

Llevaba tiempo pensando en escribir sobre la felicidad y he vuelto a releer a Julián Marías, que creo que es el pensador reciente que mejor ha explicado qué es y en qué consiste la felicidad. La define el filósofo como el «imposible necesario», es decir, aquello hacia lo que el hombre tiende por naturaleza, pero no logra conseguir de forma plena. La busca de forma constante y no puede conservarla, se le escapa de las manos.

Hay que decir también, que la felicidad es un asunto personal que consiste en tener proyectos, fijarse unos objetivos, unas metas en la vida y poder cumplirlos. Dicho de otra manera, consiste en hacer algo con la propia vida que merezca la pena, algo que sea grande y positivo de acuerdo con las posibilidades de cada uno. Y aquí hay que mencionar dos componentes fundamentales que van ligados a la felicidad: la inseguridad y la ilusión en su sentido positivo. La vida del hombre es por sí misma insegura y, sin embargo, este tiene una necesidad imperiosa de seguridad, por tenerlo todo de alguna forma amarrado. Por eso, no quiere exponerse a la infelicidad, sin embargo, el hombre debe elegir y estar expuesto a ser feliz, porque de otra forma nunca conseguirá la felicidad que persigue. Por otra parte, la ilusión es lo que le hace vivir mirando hacia delante, levantarse cada día pensando en que algo bueno le espera, algo tiene que realizar que le llene y le mueva. Tener ilusión, al fin y al cabo es estar vivo; tener la ilusión de llegar a ser uno mismo, de luchar contra todas las dificultades que nos surgirán de forma inevitable sabiendo que ahí, se moldea nuestra personalidad y está en juego nuestra felicidad.

También hay que tener en cuenta que la fuente principal de la felicidad son las personas, los seres que queremos y nos quieren: los padres, los hijos, la familia en general y los amigos. Por eso, echamos tanto en falta a las personas queridas que han muerto, porque las necesitamos y nos dejan un enorme vacío cuando ya no están con nosotros. Los cristianos pensamos y tenemos fe en que volveremos a unirnos a ellos, que estaremos con ellos de nuevo en la vida que nos espera tras esta, y esa posibilidad nos llena de ilusión y por tanto de felicidad.

JOAQUÍN ALCALÁ VIQUE