ANTONIO ALCALÁ VENCESLADA

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LLevo días releyendo, comentando e indagando sobre la figura y la persona que fue mi abuelo paterno Antonio Alcalá Venceslada.

Escritor, poeta, archivero y bibliotecario, fundador y colaborador de revistas y diarios,  Catedrático de Instituto, miembro del Instituto de Estudios Giennenses, miembro correspondiente de la Real Academia de la Lengua y de la Historia… pero ante todo, me gustaría destacar algunos aspectos de su vida y de su personalidad. En primer lugar, resaltaría su amor y dedicación a esta tierra nuestra, Jaén y Andalucía en general. Se pasó toda su vida recogiendo notas de las palabras y expresiones que oía decir a la gente de aquí y allá por donde pasaba: «ese tiene el ojo chindo o chindigo», adj, Ojo remellado o persona que lo tiene así»,  por ejemplo.  Fruto de esa ingente tarea es su obra Vocabulario Andaluz, que con más de 18.000 palabras, constituye el diccionario regional de voces andaluzas más completo de los publicados hasta el momento. Desde aquí, mi agradecimiento a D. Ignacio Ahumada por su labor en la edición del Vocabulario que publicó la Universidad de Jaén.

En segundo lugar, y según he podido constatar de diversas fuentes, destacaba por ser un hombre cordial, de trato afable y buen humor que le llevó a mantener numerosísimas amistades.  Escribía y recibía cartas a diario; leía y no dejaba de mantener el contacto con tantas personas a las que conoció a lo largo de su vida: hay que tener en cuenta que estudió en Sevilla, Granada y  Málaga; trabajó varios años en Santiago de Compostela, en Cádiz, Huelva… viajaba con frecuencia a Madrid y desde 1921 ejerció como Catedrático del Instituto Virgen del Carmen en Jaén, donde ya se establecería de forma definitiva. Como literato de la época, se reunía con frecuencia para tener una tertulia con el llamado «Grupo de los Quince». Desde pequeño recuerdo a mi padre contar anécdotas , sucedidos y chascarrillos que le habían sucedido a lo largo de su vida.

Por último, no quisiera dejar de recordar otro aspecto no menos importante de su personalidad, y es el que se refiere a la generosidad con la que se ocupaba de los demás. No dejaba de ayudar e interceder por todo aquel que tuviera cualquier necesidad del tipo que fuera.  Por todo esto, me siento orgulloso de Antonio Alcalá Venceslada.

 

JOAQUÍN ALCALÁ VIQUE