La verdad es que uno se cansa de estar escuchando continuamente malas noticias, sucesos negativos, problemas y más problemas. Oyes la radio, ves los telediarios, lees el periódico, escuchas las conversaciones de la gente en la calle, y siempre la misma cantinela: corrupción política, terrorismo y atentados, desempleo, procesos judiciales, violencia, pobreza, crisis familiares y económicas, infidelidades, guerras en infinidad de países… Y todo esto, a nivel mundial, nacional y, exceptuando el terrorismo, también a nivel local.
Y pienso yo que ya va siendo hora de que se produzca un cambio en esta situación. Es necesario que los correspondientes gobiernos promuevan y apliquen reformas eficaces en todos estos aspectos que he mencionado, ya que las Administraciones Públicas nos resultan caras e ineficientes. Hay que reducir el gasto político y simplificar la burocracia; crear empleo estable y aplicar políticas económicas que sean acertadas; favorecer el crecimiento de las pymes, ayudar a los autónomos y mejorar la fiscalidad de las empresas; modificar el Código Penal y la legislación endureciendo las penas e insistiendo en el cumplimiento íntegro de las mismas, para evitar todos los casos de corrupción que estamos sufriendo. Que los malversadores de caudales públicos y privados, y todos aquellos que cometen delitos de tráfico de influencias, restituyan y devuelvan el dinero sustraído, indemnicen a los perjudicados y reparen el daño causado al erario público; que exista transparencia en la gestión y en los partidos políticos; que estos no manejen tanto dinero; que se reduzca la deuda pública , porque según algunas estimaciones, el endeudamiento público en España se prevé que será para unos cincuenta años , que se dice pronto. Es decir, que a las futuras generaciones les dejamos lo que vulgarmente se llama «un cuartel robado». La tasa de desempleo en España en febrero de 2017 era del 18%, y del 41,5% en personas de 25 años en edad de trabajar. Esto significa, que estamos muy por encima de todos los países europeos, exceptuando a Grecia. En Andalucía, la situación aún es peor, a finales del 2016, la tasa estaba en el 28%, y en Jaén, tenemos un 30,57%, solo superados por Cádiz.
Los jóvenes tienen que buscar empleo fuera de nuestras fronteras, porque aquí no encuentran nada que merezca la pena. Todo esto después de muchos años estudiando carreras universitarias, haciendo másteres y manejándose en tres idiomas distintos.
Soy realista, pero también quiero ser optimista. Y me gustaría abrir un periódico, poner la radio y escuchar las noticias y que se hable de asuntos positivos. Que se mencione a todas aquellas personas que existen y son auténticos profesionales en sus trabajos, gente honrada que no defrauda ni se lleva el dinero; personas que se dedican a atender a los demás de forma altruista, que invierten su tiempo libre y su dinero en ayudar a los demás; que son fieles en su matrimonio, que son pacíficos, que transmiten ilusión, optimismo y ganas de vivir. El mundo, España, Andalucía y Jaén merecen más.